Así fue mi parto

Así fue mi parto

Parece mentira que haga ya un año entero 

Hace justo un año, el lunes 10 agosto de 2015 a las 4 de la mañana. No había tenido ni una sola contracción en todo el embarazo y no sabía muy bien si iba a saber identificarlas hasta que tuve una y no hubo lugar a dudas.

Me levanté de la cama y me tuve que ir a sentar en la pelota gigante porque no era capaz de aguantar las contracciones de otra manera mientras mi querido esposo dormía plácidamente porque esa noche había hecho fresco y yo decidí no despertarle porque parecía que nos iba a esperar un día de lo más movidito.

A las 8 le desperté y salimos pitando para el hospital en un taxi con un taxista que me iba mirando de reojo por el espejo con miedo de que le dejase un bebé en el asiento así que nos llevó en un suspiro.

Entré en una silla de ruedas xk me temblaban las patitas y me llevaron a una camilla en la que me pusieron monitores mientras las contracciones cada 5 minutos no paraban y una tía pesada no paraba de intentar darme conversación cuando lo que menos ganas tenía yo era de cháchara y mucho menos de escuchar a nadie haciendo observaciones sobre si mi tripa era muy pequeña y era muy redondita para ser una niña, que seguro que era un niño.

Ya me confirmaron lo que ya sabía, que estaba de parto, se lo dije al papi y aunque dijimos que no íbamos a avisar a nadie hasta que no hubiésemos terminado, se encargó de avisar a las dos familias. Y al paritorio señores!!

Iba yo pensando, pues igual sin epidural puedo, pues qué bonito sería un parto natural así sin medicalizar… Hasta que según llegué a la puerta del paritorio me dice el matrón: “¿vas a querer la epidural?” y mi respuesta fue un “pues va a ser que si” como una casa.

Hasta que me la pusieron las contracciones eran cada vez más fuertes y ya se me salían las lagrimillas pero por lo visto la anestesista estaba muy ocupada. Cuando ya llegó, sin destacar precisamente por su simpatía me la puso (con su doloroso recuerdo) y después de eso…    PAZ.

Otra cosa no puedo decir porque hubo algunos ratos que hasta creo que me llegué a dormir. No sentí dolor alguno hasta que se me empezó a despertar un pie y me subieron la dosis y más paz.

Llegó el momento de empujar porque la pequeña ya quería venir. 

Todo el tiempo dijo mi querido esposo que él no iba a estar en el paritorio que se iba a desmallar y que no quería, que entrase mejor mi madre si eso. Pues ni un segundo se separó de mí, me ayudó en todo momento e incluso hubo un rato que el matrón salió de la habitación y fue él el encargado de decirme cuando tenía que empujar y parar entre contracciones.

Tras varias personas subidas apretando sobre mi barriga porque no había manera humana para que saliese porque estaba de espaldas, salió.

Y vaya impresión! Que todo el rato nos habían dicho que iba a ser pequeña y al verla me quedé impactada de que semejante personita hubiese salido de dentro de mí!

“Que no es fea! Que de verdad no es fea!” 

Y esas fueron las primeras palabras que le dije a mi hija. Yo es que siempre he dicho que los recién nacidos eran feos y que mi hija sería fea como todos los demás, muy asumido lo tenía, pero lo cierto es que no, fue un bichito de lo más hermoso, una pequeña pulguita.

Y con ese nombre se quedó, con mi pequeña pulguis.

Según salió me la pusieron encima, ella buscó el pecho y así hasta hoy, que seguimos felizmente con nuestra lactancia materna.

El postparto ya fue otro cantar pero eso ya en otro post, que este se ha hecho un poco largo.

¿Vuestro parto cómo fue? ¿Tenéis un recuerdo bonito?

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Una respuesta a “Así fue mi parto”

  1. […] Luego llegó mi niña y evidentemente yo ya era una mamá en toda regla porque ya tenía bebé, pero seguía sin sentirme […]

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