Así fue mi parto
Parece mentira que haga ya un año entero
Me levanté de la cama y me tuve que ir a sentar en la pelota gigante porque no era capaz de aguantar las contracciones de otra manera mientras mi querido esposo dormía plácidamente porque esa noche había hecho fresco y yo decidí no despertarle porque parecía que nos iba a esperar un día de lo más movidito.
A las 8 le desperté y salimos pitando para el hospital en un taxi con un taxista que me iba mirando de reojo por el espejo con miedo de que le dejase un bebé en el asiento así que nos llevó en un suspiro.
Ya me confirmaron lo que ya sabía, que estaba de parto, se lo dije al papi y aunque dijimos que no íbamos a avisar a nadie hasta que no hubiésemos terminado, se encargó de avisar a las dos familias. Y al paritorio señores!!
Hasta que me la pusieron las contracciones eran cada vez más fuertes y ya se me salían las lagrimillas pero por lo visto la anestesista estaba muy ocupada. Cuando ya llegó, sin destacar precisamente por su simpatía me la puso (con su doloroso recuerdo) y después de eso… PAZ.
Otra cosa no puedo decir porque hubo algunos ratos que hasta creo que me llegué a dormir. No sentí dolor alguno hasta que se me empezó a despertar un pie y me subieron la dosis y más paz.
Todo el tiempo dijo mi querido esposo que él no iba a estar en el paritorio que se iba a desmallar y que no quería, que entrase mejor mi madre si eso. Pues ni un segundo se separó de mí, me ayudó en todo momento e incluso hubo un rato que el matrón salió de la habitación y fue él el encargado de decirme cuando tenía que empujar y parar entre contracciones.
Tras varias personas subidas apretando sobre mi barriga porque no había manera humana para que saliese porque estaba de espaldas, salió.
Y vaya impresión! Que todo el rato nos habían dicho que iba a ser pequeña y al verla me quedé impactada de que semejante personita hubiese salido de dentro de mí!
Y esas fueron las primeras palabras que le dije a mi hija. Yo es que siempre he dicho que los recién nacidos eran feos y que mi hija sería fea como todos los demás, muy asumido lo tenía, pero lo cierto es que no, fue un bichito de lo más hermoso, una pequeña pulguita.
Y con ese nombre se quedó, con mi pequeña pulguis.
[…] Luego llegó mi niña y evidentemente yo ya era una mamá en toda regla porque ya tenía bebé, pero seguía sin sentirme […]