Portear bien:
lo que necesitas saber para un porteo seguro
Como explicaba la semana pasada, el porteo me cambió la vida. Es por eso que me gustaría compartir con vosotros los beneficios que aporta tanto a padres como a hijos. Espero que os sirva de ayuda y os despeje las dudas que podáis tener:
Comenzamos hablando de
los beneficios de portear bien:
Beneficios de un porteo seguro para el bebé:
- Beneficia la lactancia materna: La lactancia materna es más fácil de establecer cuando el bebé tiene libre acceso al pecho.
- Lloran menos: los bebés porteados lloran menos por las sensaciones de movimiento, calor y olor del contacto cercano. Se sienten acompañados en todo momento y les da tranquilidad.
- Duermen más y mejor: un bebé tranquilo y seguro dormirá más horas y con más facilidad.
- Mayor bienestar físico: Los bebés regulan mejor la temperatura cuando están en contacto con el cuerpo de sus padres. Somos su mejor incubadora. Además, la posición al ser porteados favorece la expulsión de gases y deposiciones y alivia el reflujo gastroesofárico.
Beneficios de un porteo seguro para el adulto:
- Desarrolla el vínculo madre/padre bebé: Aumenta el contacto físico entre ambos, la transmisión de protección y calor que favorece la seguridad y el vínculo.
- Favorece la autoestima: el contacto directo tan estrecho permite a los padres reconocer precozmente las señales del bebé para poder atenderles antes. Esto favorece el desarrollo de bebé, hace que lloren menos y el adulto se siente más seguro. Lo estás haciendo bien.
- Aumento de autonomía y movilidad: Tener los brazos libres hace que puedas seguir con tu ritmo de vida mientras tienes cerquita a tu pequeño.
- Higiene postural: portear de forma adecuada no repercute negativamente en la espalda del adulto.
Cómo portear bien
Hay multitud de portabebés y será importante escoger bien en función de lo que nos sea más cómodo y del peso y tamaño del bebé. No es lo mismo portear a un recién nacido de 3 kilos que a un niño que tenga un año y medio y pese 13 kg. Sea cual sea el portabebés que escojamos es importante comprobar que esté en buen estado, que las correas, hebillas o costuras no estén desgastados ni dados de sí y que sea ergonómico.
¿Cómo diferenciar un portabebé ergonómico de uno que no lo es?
- El pequeño ha de ser llevado, no colgado. Una mochila colgona, recibe precisamente su nombre porque lleva al niño colgando. Las piernas le cuelgan haciendo que el peso recaiga en la zona genital y dejando las piernas estiradas, lo cual es incómodo tanto para niño como para adulto porque al caminar van chocando las piernas de los dos, además de aumentar el riesgo de displasia en la cadera. El peso ha de recaer sobre sus nalgas, como si fuese sentado. La posición correcta sería formando una “M” con las piernas más altas que el culete a la altura del ombligo.
- Una mochila ergonómica tiene que tener un buen ajuste tanto para el bebé como para el adulto y no al contrario. Las mochilas colgonas que tienen unas posiciones establecidas que hacen que porteador y bebé sean quienes se adapten a la mochila.
- El peso del bebé ha de ir distribuido sin cargar la espalda del porteador. En una mochila colgona el peso no se distribuye, cargando nuestra zona lumbar y provocando dolores de espalda, mientras que en una mochila ergonómica el peso del bebé se reparte de forma homogénea sin sobrecargar ninguna zona. Reparten el peso desde nuestros hombros hacia la cadera, que es la zona de nuestro cuerpo mejor preparada para soportar peso
- Es de vital importancia que el cuello y cabeza del pequeño tengan una buena sujeción. Las mochilas ergonómicas suelen llegar hasta la parte trasera de la cabeza tapando también el cuello y adaptándose con tejidos suaves o elásticos en algunos casos y con una tela suave para cuando se quedan dormidos poderlos cubrir con ellas y evitar que se “caiga” hacia los lados. Las mochilas colgonas tienen un soporte rígido y sin suficiente ajuste que no se adapta a la forma de la cabecita ni cuello del pequeño.
- Las mochilas ergonómicas respetan la curvatura natural de la espalda del bebé, sin forzarla en ningún momento, permitiendo que el bebé lleve su espalda en forma de “C”. Las mochilas colgonas enderezan la espalda del bebé de forma artificial ya que habitualmente son muy rígidas.
- Y por último y más importante, EL NIÑO NO HA DE IR MIRANDO HACIA AFUERA. Un niño porteado hacia afuera sufre presión en la zona genital, tiene una posición incorrecta de la cadera, recibe una sobrestimulación sin poder refugiarse, recibe presión sobre la columna, no tienen contacto visual con el adulto por lo que no vemos sus sensaciones, la cabeza y cuello van sin ninguna sujeción y además, el porteador va desequilibrado.
Si después de todas estas razones alguien sigue prefiriendo ir con un portabebés que no sea ergonómico, yo me retiro y me voy al rastro a vender peines (como diría mi Marichu querida).
Y por último, hay que tener en cuenta que el bebé irá en distinta posición dependiendo de la edad que tenga como se muestra en este gráfico:
El bebé debe ir suficientemente alto para que alcances a darle un beso pero sin que le puedas golpear con la barbilla Hay que ser consciente de que se tiene menos campo visual, por lo que habrá que ir con un poquito más de cuidado.
Me gustaría añadir por si le vale a alguien que nosotros los portabebés que hemos utilizado han sido la bandolera de anillas y el mei tai, hechos a mano por siriñadas y ahora la mochila ergonómica es de la marca ergobaby. (no hay ningún tipo de patrocinio, simplemente lo pongo por si puede valer de ayuda para quien no sepa dónde buscar).
Espero haberme explicado bien pero si ha quedado cualquier duda o creéis que me falta algo, en los comentarios estaré encantada de leeros y responder a todo lo que me digáis.
Si os ha gustado o resultado útil me ayudáis con un voto por favor? Hasta el día 5 siguen abiertas las votaciones para los premios madresfera. GRACIAS.
Y ya sabéis, más fotitos y cositas interesantes en nuestro Facebook, Twitter e Instagram.