Un tentempié a media tarde, ni tan mal

un tentempié

¿Ya sabéis lo que suele significar el silencio cuando hay niños pequeños en casa verdad?

Pues ayer, me di cuenta de que el silencio estaba siendo más largo de lo normal y salí corriendo a buscar a la pulga. ¿En qué andaría metida ahora?

Después de buscarla sin éxito en la cocina, el baño y nuestra habitación, (yo estaba en el salón), fui al otro lado del pasillo.

Y ahí estaba ella, tan pancha, tomando un tentempié.

Ese tentempié, por supuesto, no era otro que la comida del bebé, la pobre gata. Sentada tranquilamente en el suelo, delante del cacharro de los roscos, como quien se está tomando un manjar. El animalillo la miraba quieta y seguidamente me miraba a mí, como pidiendo ayuda jajjajaj. Qué lástima me dio.

No sé si se había quedado con hambre después de merendar, pero vaya, que ese tentempié no creo que fuese aprobado por Basulto.

El caso es que no es la primera vez que nos encontramos con esta situación y ¡ya no sé muy bien cómo evitarlo! Supongo que cuando crezca un poco se le irá pasando. Mientras tanto, hay veces que me dan ganas de ponerle la comida en uno de los cacharros de la gata a ver si se lo come igual… jajajja
Manda narices que tenga alergia a la proteína de la leche de vaca, a la berenjena, al tomate, al kiwi… y sin embargo llega tan contenta, se come unas bolitas del comedero de la gata que a saber cuantísimas porquerías tiene y le siente mejor que nada xD.
Juro por lo que más queráis que la doy de comer 😛

Vuestros peques también se comen la comida de vuestras mascotas?? ¿Lo han dejado de hacer? ¿Cómo lo habéis solucionado?
¡Iluminadme!

 

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Una respuesta a “Un tentempié a media tarde, ni tan mal”

  1. […] primeros meses y todo iba perfecto, incluso parecía que medio jugaban entre ellas aunque la niña se comiese su comida […]

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